jueves, 17 de diciembre de 2015

Leigh Brackett: El secreto mejor guardado de Star Wars

Hace dos meses, antes de ver la película Star Wars: El despertar de la fuerza escribí una reflexión en Dot Magazine sobre la que creo fue la verdadera genio detrás del guion de Star Wars: Leigh Brackett.

Con la eminente llegada de la nueva película son muchos los que destacan la labor del guionista Lawrence Kasdan. Leer por ejemplo el artículo de El País (AQUÍ). El escritor había participado en la genial El imperio contraataca. Pero también, sin ánimo de ofender, en El Retorno del Jedi. Esa misma de la que el incondicional fan Kevin Smith dijo: “En el (retorno del) Jedi solo había muñecos”.


http://cultura.elpais.com/cultura/2015/12/13/actualidad/1450028353_903320.html
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Se acerca el estreno de Star Wars: El Despertar de la Fuerza y como siempre en este tipo de franquicia viene anunciándose a bombo y platillo como uno de los hitos cinematográficos que uno no se puede perder. Como parte de esa promoción, aparecen rumores en internet que alientan a los fans con encontrase algo nuevo en la pantalla.

Es verdad que esta es la primera película de La guerra de las galaxias que se produce fuera del manto protector de su creador George Lucas, después de que vendiera su empresa –y los derechos sobre sus personajes- a la todopoderosa Disney. También es cierto que el director y coguionista de esta nueva entrega es J.J. Abrams, el pupilo aventajado de Spielberg. Y que le precede la reputación de haber rescatado con cierto tino otras sagas caídas en desgracia como Misión Imposible o Star Trek. Pero lo que la mayoría de sus seguidores y parte de los expertos se preguntan es sí por fin esta película conseguirá superar a El Imperio Contraataca, considerada por muchos la mejor de las películas de la serie realizadas hasta hora.

Es cierto que después de El Imperio Contrataca la historia no se ha desarrollado mucho. De hecho, la segunda trilogía se dedica a profundizar –por no decir, a desarmar- el gran giro argumental de esta: Dark Vader es el padre de Luke Skywalker. Lo único que consiguió las nuevas películas estrenadas en los 90, además de una cuantiosa recaudación en taquilla, fue ser vapuleada por los seguidores y la crítica e incluso nominada en varias ocasiones a los anti-oscar, los premios Rezzie.

Leigh Brackett


Corren abundantes especulaciones sobre el porqué la secuela sobresale sobre todas las demás películas de la serie. Los críticos lo achacan a que George Lucas, preocupado por conseguir financiar la película, cedió su puesto a su profesor de universidad Irvin Kershner. Muchos señalan este hecho como el motivo de que la historia se hiciera más oscura y los personajes tuvieran más matices.

Pero en la carrera de Irvin Kershner sólo destacó este título. Después se encargó de realizar James Bond: Nunca digas nunca jamás y Robocop 2. Ambas películas con resultados mediocres dentro del buen acabado habitual en Hollywood.

Pero hay otra persona involucrada en la creación de El Imperio contraataca. Ese verdadero elemento diferenciador es la veterana guionista Leigh Brackett. Ella se encargó de escribir el primer boceto del guion, justo antes de morir de cáncer. Brackett con anterioridad a participar en la saga ya había escrito los clásicos de Howard Hawks El sueño eterno  y Rio Bravo, protagonizada por John Wayne. Destacar que este western es una de las películas favoritas de Quentin Tarantino y sirvió de inspiración para un clásico de la serie B Asalto a la comisaría del distrito 13 de John Carpenter.

Pero sobre todo Leigh Brackett es autora de numerosas historias de ciencia ficción enmarcadas en el subgénero llamado Space Opera. De hecho, su marido y también escritor Edmond Hamilton, es mencionado por varios expertos como el creador de dicho género, en el que se encuadra la saga de La Guerra de las Galaxias.

Al cumplirse el 30 aniversario del estreno de El imperio contraataca salió a la luz ese primer borrador del guion. Se descubrió que, con las diferencias típicas de estas producciones, no había grandes cambios en la estructura del film. Ya había una historia de amor entre Han Solo y Leia, ya estaba Yoda, el traidor Lando Calrissian, el planeta helado del principio y la batalla final en una ciudad en las nubes.

Portada del guion escrito por Leigh Brackett


Aun así George Lucas afirma que le decepcionó el guion entregado. Pero mientras discutía con la guionista los posibles arreglos, Leigh Brackett murió. Se quedó solo en la tarea de acabar el trabajo. Fue entonces cuando añadió la relación familiar entre el héroe y el villano. Pero las malas lenguas aseguran que esos cambios fueron justo entregados en abril de 1978, únicamente un mes después de la muerte de Leigh Brackett.

Nunca se sabrá a ciencia cierta que ocurrió en realidad, pero nadie niega la influencia del “mundo” que Leigh Brackett describía en sus novelas tuvo en la construcción de la mitología de Star Wars. Los infiernos y paraísos que habitaron sus innumerables personajes inventados por aquella escritora pelirroja de largas piernas e imaginación interminable como dijo de ella el escritor de novela negra Raymond Chandler mientras adaptaba al cine su obra El sueño eterno.