miércoles, 27 de enero de 2016

Un enredo de tramas

Enredados (Crítica Cinematográfica)

DIRECTOR: , Byron Howard
GUIONISTA: Dan Fogelman
BASADA EN EL CUENTO: Rapunzel de los Hermanos Grimm
AÑO DE PRODUCCIÓN: 2010



Que el quincuagésimo clásico animado de la factoría Disney sea una película con imágenes generadas por ordenador es toda una declaración de principios del ahora mandamás de la compañía John Lesseter, fundador de Pixar. Más aún si pensamos que un año antes se estrenaba Tiana y el sapo un canto (nunca mejor dicho) al mejor 2D del longevo estudio. Es una confirmación de los cambios que ha sufrido y está sufriendo en estos últimos años la empresa creadora del largometraje de animación: Blancanieves y los siete enanitos, allá por 1937.

Como en aquella, y en la mayoría de sus películas animadas, el argumento se basa en un cuento. En este caso en Rapunzel de Hermanos Grimm. Cuenta la película, entre canción y canción, la historia sobre una princesa secuestrada y encerrada por una bruja en una altísima torre. El único modo de acceder a su prisión es colgándose de sus largas y mágicas trenzas. Pero un día por accidente se cuela en el torreón un ágil ladronzuelo.

El principal problema de Enredados es que el guion y el diseño de arte se han quedado a medio camino en dicha actualización. Han intentado revitalizar la adaptación de un cuento clásico, como la misma empresa había hecho en los noventa con La Sirenita, Aladdin o la genial La Bella y la Bestia. Pero esta vez no lo ha conseguido. Y eso que el equipo encargado de ello posee experiencia probada en estos menesteres.
 

El guionista Dan Fogelman, salido de la cantera de Pixar (Cars y Cars 2), en un intento de renovar el ritmo del film, pensando en un público más actual, ha creado una maraña de subtramas que al final no logra solucionar con éxito. El desenlace es una secuela de coincidencias y elementos mágicos sacados de la manga que costará creer hasta al más inocente de sus espectadores. El diseño de personajes y escenarios a manos del veterano Glen Keane (suyos son los diseños de La sirenita y Pocahontas) se ha quedado en una simple trasfusión al 3D de diseños muy noventeros del grafismo tradicional. La princesa sigue vistiendo de rosa y su fiel amigo es un bicho pequeño y verde; un camaleón en vez de una rana, como referencia al pelo enredado de la protagonista, pero sigue siendo un bicho pequeño y verde. Aunque el peor diseño es el del apuesto galán (un ladrón en vez de un príncipe). Su aspecto se parece a los personajes de las cintas de DreamWorks En Ruta al Dorado o Simbad: La leyenda de los siete mares. Es decir, un intento de tener la factura de Disney, sin serlo.
 
 
Pero técnicamente no hay nada que reprochar. La factura es impresionante y la animación divertida y muy expresiva. La película cumple con creces su objetivo de entretener. No cuesta nada verla, pero tampoco supondrá un esfuerzo olvidarla. Es la primera vez que Disney aplica una fórmula que repetirán con más acierto años después con Frozen.
 
 

Curiosidades

En esta ocasión Disney no ha contado con grandes estrellas para que les pongan voces a sus personajes. Destacan Ron Perlman (Hellboy) prestando su voz a uno de los gemelos Stabbington, y en un pequeño papel Richard Kiel, el villano de sonrisa metálica Tiburón de La espía que me amó y Moonraker.