viernes, 15 de julio de 2016

Los Boxtrolls - Crítica Cinematográfica

Las zapatillas no bastan para ganar la carrera

TÍTULO ORIGINAL: The Boxtrolls
DIRECTOR: Graham Annable y Anthony Stacchi
GUIONISTA: Irena BrignullAdam Pava sobre un libro de Alan Snow
AÑO DE PRODUCCIÓN: 2014

Fotograma de Los Boxtrolls
 
Los Boxtrolls es el tercer largometraje realizado en la técnica de animación stop-motion por Laika Animation. Esta productora independiente fue creada en la década de los noventa del pasado siglo por el reconocido animador Will Vinton. Pero en la meteórica carrera hacia el éxito de la compañía, que debutó con Caroline (2009), siguió con ParaNorman (2012) y termina con la película que analizamos, Vinton perdió el control de la empresa, de la cual, incluso, fue despedido.

Travis Knight, hijo del multimillonario dueño de la marca de ropa deportiva NikePhil Knight– y que entró en Laika Animation como simple animador es ahora el presidente de ésta y firmará su primer largometraje como director en agosto del 2016: Kubo y las dos cuerdas mágicas. De éste modo se consolida un nuevo estudio en la animación internacional, y cuya seña de identidad es reivindicar el stop-motion.

Anecdotario aparte, Los Boxtrolls es la película menos brillante de la productora. La dirigen Graham Annable y Anthony Stacchi, dos técnicos con un abultado currículo. El primero, como dibujante de storyboards y creador de videojuegos, el otro, como artífice de los efectos especiales de Ghost, Hook o Regreso al futuro. Se entiende, así, que lo más destacable del largometraje sea su apartado técnico.
Fotograma de Los Boxtrolls
Sus diseños son ingeniosos. Mezclan la caricatura sucia con el steampunk, y consiguen repugnar y a la vez aportar carisma a los protagonistas. Para mi gusto las dos mejores escenas son la inicial y la que acompaña a los títulos de crédito finales. En la primera me encantó el tratamiento de la luz, o la ausencia de ella, en contraste con los brillantes ojos amarillos de los Boxtrolls. Una presentación muy propia de un clásico film de terror, y que recoge el testigo de la anterior película del estudio, El alucinante mundo de Norman. Por otro lado, en la última secuencia hacen un chiste metalingüístico donde nosotros, la audiencia, asistimos al laborioso trabajo de animación que hay detrás de cada plano de la película. 

Por eso es una pena que la trama sea tan endeble, que el guion no esté a la altura de tan titánica labor artística. 

Basado en un cuento ilustrado de Alan Snow, la película describe un mundo dividido en una alcantarilla mugrienta donde viven los Boxtrolls y en una ciudad regida por aristócratas de sombrero blanco y devoradores de queso. La historia se aparta del material original para constreñirse a la previsible estructura de aventuras que acaba con una gran lucha entre el bien y el mal, con monstruo gigante incluido.

En definitiva, sus logros artísticos son sobresalientes pero no consiguen ocultar los agujeros en el guion y a ratos se hace aburrida.